Mitigación de radón en vivienda unifamiliar en Becerril de la Sierra – Caso real en 2020

En 2020 llevamos a cabo una intervención de mitigación de radón en una vivienda unifamiliar, construida en 2.000. La superficie construida de la vivienda era de 367 m² distribuidas en tres plantas.

Las mediciones previas, acreditadas según la norma ISO 17025, indicaban una presencia elevada de gas radón en el interior del edificio:

• 1.310 Bq/m³ en la planta baja
• 1.080 Bq/m³ en la primera planta
• 1.090 Bq/m³ en la segunda planta

Diagnóstico y estrategia de intervención

Dadas las características constructivas de la vivienda y el nivel de afectación, se diseñó una solución personalizada de rehabilitación frente al radón, que permitiera actuar sobre el subsuelo sin alterar la habitabilidad del interior. Hay que destacar que los niveles de radón eran altos en las tres plantas por lo que hubo que detectar la ubicación de la fuente de radón para perforar en el punto óptimo. 

¿Cómo eliminamos el radón en este caso?

El acceso a la parte trasera de la vivienda se podía realizar a través de un muro de contención que la separaba del terreno. Se decidió realizar un lóbulo de depresión en la planta baja y conducir la salida de gases por detrás del muro de contención. La intervención consistió en realizar una  perforación en la fachada trasera del edificio para acceder al subsuelo por debajo de la losa de cimentación. Se construyó el lóbulo de depresión y se instaló el tubo de  captación, que se cubrió con pladur,  éste se conectó al sistema de depresurización, diseñado para extraer el gas radón antes de que penetrara en el interior.

Resultados tras la mitigación

Las mediciones posteriores, también acreditadas bajo la norma ISO 17025, confirmaron la eficacia de la intervención:

• 28 Bq/m³ en la planta baja
• 28 Bq/m³ en la primera planta
• 32 Bq/m³ en la segunda planta

La eficacia de esta mitigación de radón fue del 98%, logrando niveles seguros y sostenibles para la salud de los ocupantes.