En Estados Unidos

EEUU

En Estados Unidos es donde hace más tiempo que existen leyes y donde más se ha trabajado para evitar la exposición al radón, para divulgar el riesgo y para desarrollar técnicas constructivas.

En 1988 el Congreso de Estados Unidos promulga una ley conocida como Indoor Radón Abatement, que establece como objetivo a largo plazo que los niveles de radón, en el interior de los edificios de Estados Unidos, deberán ser tan bajos como en el aire exterior. Al ser una ley federal, es de aplicación en todos los Estados. A partir de ese año y de esa ley, comienzan a estructurarse una serie de medidas contra el radón. Se establecen normas y recomendaciones para todos los edificios y construcciones, así como las políticas de control para los edificios gubernamentales. Al año siguiente la EPA, Agencia de Protección Ambiental, publica la Guía para el ciudadano sobre el radón y se establecen oficinas de radón en todos los Estados de la Unión.

Podemos leer ” El objetivo nacional a largo plazo para los Estados Unidos con respecto a los niveles de radón en los edificios es que el aire en el interior de los edificios sea igual de bajo de radón que el aire del exterior de los edificios”

Todos los edificios públicos están controlados y se miden los niveles de radón de forma periódica, estableciendo medidas de mejora en caso de encontrarse niveles de riesgo. En EEUU el nivel recomendado es de 148 Bq/m³,  mientras que en la Unión Europea se optado por un valor mucho mayor, 300 Bq/m³, aun sabiendo que el riesgo de cáncer aumenta en torno a un 20% con cada 100 Bq/m³ de incremento.

En EEUU tienen establecidas recomendaciones a nivel general para la construcción. Actualmente cada Estado ha desarrollado sus propias normativas en función de sus propias necesidades y características geológicas, y por tanto de niveles de radón. En 30 Estados existen normas y reglamentaciones específicas para regular la construcción; en 13 de ellos es obligatoria la entrega de una certificación de radón en la construcción de las viviendas nuevas.

La EPA estadounidense ofrece muchísima información sobre radón, incluso en castellano, y es relativamente fácil realizar las pruebas y mediciones por uno mismo, ya que se pueden adquirir monitores en muchas ferreterías por unos 15 dólares. Se hacen campañas en TV e incluso el radón ha sido mencionado en un capítulo de la famosa serie de dibujos Los Simpson.

La EPA, junto con la American Lung Association (Asociación Americana de Cáncer de Pulmón), tiene establecido un Plan Nacional de Radón con un doble objetivo: reducir el riesgo en 5 millones de viviendas por año, y salvar de sufrir en el futuro un cáncer de pulmón a unas 3.200 personas por año hasta el 2020.

La cantidad de información que se puede obtener en múltiples webs, incluidas las gubernamentales, es una muestra del camino a seguir por parte de todos para solucionar este grave problema de salud.