La exposición infantil y juvenil al gas radón

El radón y los colegios de infantil, primaria y secundaria.

El riesgo que representa el radón justificaría que una de las actuaciones prioritarias de la Administración fuera evitar la exposición de los niños y jóvenes en las aulas a este gas radiactivo. Recordemos que la exposición a radiaciones ionizantes tiene un efecto acumulativo; por lo tanto, es imprescindible evitar la exposición en los centros educativos, donde los chavales pasan tanto tiempo. Evitar la exposición al radón es una de las recomendaciones recogidas en el Código Europeo Contra el Cáncer en su punto 9.

Países como Irlanda han medido la presencia de radón en prácticamente el 100% de sus aulas, pues vienen realizado mediciones desde el año 2000. Concretamente nos indicaron, desde su agencia de protección ambiental, en respuesta a una consulta que les enviamos desde Vive sin radón, que entre 1998 y 2004 se realizaron mediciones en unas 38.800 aulas de más de 4.500 edificios dedicados a la enseñanza. Esa cifra representa más del 95% del total de los centros educativos del país. Nos informaron de que desde 2004 todas las nuevas escuelas están controladas y realizan mediciones periódicamente. También nos remitieron las normas para la construcción de nuevas escuelas para evitar la inmisión de gas radón. Radon Schools Report 2004

En otros países es el propio Estado el que se encarga del control de los espacios públicos como colegios, hospitales, centros de detención, etc. Por ejemplo, en Francia esto lo hace la Autorité de Sûreté Nucléaire, equivalente a nuestro Consejo de Seguridad Nuclear, que además impone medidas correctoras en los edificios donde sean necesarias.

En España, en el año 2007 el resumen ejecutivo del Informe de Factores de Riesgo Ambientales “Radiaciones Ionizantes y Salud” recogía en su punto 5 recomendaciones y acciones prioritarias a abordar: “Realizar un estudio completo de las dosis en viviendas ya construidas en todo el territorio español y en particular en colegios por su impacto infantil”. Lamentablemente, las recomendaciones expresadas por los expertos en este informe no han tenido ninguna consecuencia.

A día de hoy en España no hay datos, ni tampoco constancia, de que se haya hecho algo. Y mucho menos algo similar a Irlanda. Tan solo hemos podido ver algún pequeño estudio de radón en centros públicos de enseñanza secundaria de Galicia (Ver estudio), que parece más enfocado a la publicación científica que a otra cosa. Ya sabemos que publicar es una forma de buscar fondos.

Algo tan sencillo como informar a todos los directores de los centros públicos de enseñanza de la necesidad de realizar mediciones. O informar a los Ayuntamientos, por ejemplo, de la necesidad de realizar esas mediciones.

Debemos recordar que, según las leyes actuales, ya es obligatorio realizar mediciones en los colegios de infantil, primaria y secundaria en las áreas de alto riesgo. Así lo contempla la IS-33 del Consejo de Seguridad Nuclear. El problema sigue siendo el desconocimiento de esta normativa.

La trasposición de la Directiva 2013/59 de la UE obligará a medir todos los centros educativos en la áreas de alto riesgo, aunque no los que estén en zonas con riesgo medio o medio bajo. Pero para cuando se empiecen a realizar mediciones en las aulas llevaremos como poco 27 años de retraso con respecto a otros países de nuestro entorno. Años en los que la salud de nuestros niños y jóvenes ha estado desprotegida ante la posible exposición a este desconocido factor de riesgo, el gas radón.